sábado, 21 de mayo de 2011

15 de Mayo Democracia real ya.




Los viejos clichés de derecha o izquierda, que han configurado las ideologías decimonónicas, con los resultados históricos que todos conocemos, comunismo, socialismo, fascismo, nacisno, nacional socialismo, etc...incluso las cansadas democracias actuales, están cada vez más en desuso. Incluso el concepto de simetría, está sobradamente contestado desde hace tiempo por la ciencia, por el arte actual, ya desde la Grecia antigua se decia, que ojo es capaz de distinguir el centro, o la linea que separa ambas partes. La gente está cada vez más harta de ver como la impostura, se ha instalado de forma permanente en sus vidas. Cuesta trabajo creer como en nuestro país los partidos llamados de derechas, son incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos mismos, para algo tan sencillo, como es gobernar, y prefieren pactar con los partidos de izquierda. Tenemos en el país vasco, por ejemplo, como el partido Socialista, pacta con el PP, para gobernar en contra en contra del partido Nacionalista Vasco, acaso éste partido no es de derechas como el PP, no sería más lógico que estos dos partidos pactaran entre ellos. Pero resulta todavía más contradictorio ver como a nivel Nacional el PNV se pone de acuerdo con el PS, para sacar adelante los presupuestos Generales del Estado, en contra del PP ¿Digamé ustedes como se comó se come ésto? Porque me quieres Andrés, por el interés. A la hora de la verdad los intereses son hegemónicos en los partidos, por encima de sus propias ideologías. Y, una casta de hábiles políticos terminan haciendo, cada vez más de forma piramidal, la figura del egipcio, hasta estrechar del todo el cuello de la botella. Es curiosa que en la democracia Americana de EEUU, el concepto de derecha o izquierda, tenga poca o ninguna relevancia, mientras que los intereses si son prioritarios.


Pero replicantes de derechas e izquierdas vamos tenemos hasta en la sopa, porque lamentablemente tenemos colonizados los cerebros con estas ideas, y es dificil sacarlas del contexto que nos movemos. La gente quiere un cambio. Pero para un cambio es necesario cambiar, cambiar de ideas, de costumbres, de habitos, de formatos. La gente no quiere la partitocracia, como se llama ahora al regímen social que padecemos. Quiere más demócracia, menos estado, separación de poderes, una Ley electoral más justa, que las listas sean abiertas, los mandatos limitados, el concepto de Nación tiene que estar muy claro, la lengua común también. No puede haber 17 estados dentro del Estado, cada vez más boraces por recaudar impuestos. La gente está harta de que por un lado se nos diga que seamos iguales, y por otro distintos, con identidades distintas. Soplar y absorver al mismo tiempo no es posible.

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